lunes, 18 de febrero de 2008

Brian May



Hoy os voy a contar, amigos, la historia de Brian May.

El nombre propio, "Brian" se lo puso después, cuando se fue a inglaterra a hacer fortuna, pero en realidad su nombre es May. May Aguirresarobe Azpilicueta Ríobravo y Achís.

May era dependienta (sí, sí, dependienta) de helados de cucurucho de chocolate en el difunto McDonalds de la plaza de toros de San Sebastián (Illumbe). Era un trabajo para el que se necesitaba gente cualificada y con dedicación exclusiva. Tu ibas a la barra y le decías "buenas, ¿me da un helado de cucurucho de chocolate y nata?" y May te respondía: "lo siento, pero es que de los helados de cucurucho de chocolate y nada se encarga Josefa, que está en sus cinco minutos reglamentarios de descanso semanal y no se puede poner a dar helados asín como asín". Ahora, eso sí, ¡cómo ponía May los helados de chocolate! ¡a diestro y siniestro, oiga! tú ibas a por un macmenú doble chisburger con muchos pepinillos y doble de sésamo, por ejemplo, y ¡zas! de repente te encontrabas con un helado de cucurucho de chocolate dentro de la hamburguesa. La gente venía de todas partes para verle poner helados: de China, de Moscú, de Indianápolis, del servicio de caballeros... ¡vamos, lo que se dice de todas partes!

Pero un día se le hincharon las narices. Y el pelo, también se le hinchó el pelo hasta quedársele como todos conocemos, y claro, con este aspecto, se dijo, ¿qué hago yo vendiendo helados de cucurucho de chocolate en el difunto Macdonalds de la plaza de toros de San Sebastián (Illumbe)? ¡Yo tengo que hacer fortuna! por lo que se fue a hablar ¿con quién? ¿con quién diríais que se fue a hablar para hacer fortuna? Pues claro, ¡con TABACALERAAAAAA!

Y tabacalera, que siempre ha sido muy suya y del gobierno, a partes iguales, le mandó a la porra, con lo cual dijo May "pues ahora me voy a ver a la reina a protestar". Pero el guardia municipal al que le preguntó por la reina era un negro que le entendió mal y le mandó a Inglaterra a buscar a Queen, con lo cual, una vez allí, llegó y dijo "buenas, ¿es esto la reina?" y Freddy Mercury le dijo: ¡¡¡SOUMASTGOUOOOOOON!!! y claro, se quedó. Se quedó sordo, pero se quedó. Y para disimularlo se puso a tocar la guitarra, se cambió de sexo y se dejó rizos.

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